En un día te vi,
en dos, a hablarte
me atreví.
¡Oh! El tercero, la
dura me hice
y el cuarto a ti te
lo dejé.
El quinto,
tonteando entre vino y vino;
a soñar en el sexto
comencé.
El siete… promete.
En el ocho me besas
como un loco
y el noveno… ¡bah!
No viene a cuento.
Al décimo me
arrepiento;
el roce… ¡qué
efímero en el once!
El duodécimo se lo
lleva el viento.
¿El trece? ¡Qué
mala suerte!
¿Y el catorce?
Bueno… ya no me conoces…
-Yo-
Hola Cristina, que tal?
ResponderEliminarMenudo juego de números ordinales y cardinales te has marcado ¿eh?
Nadie mejor que tú sabrá en qué consiste toda la historia, pero si se acaba de esa forma en el catorce por mi parte prefiero que cuentes muchas del uno al ocho!!
Sigue así fenómena,
Un abrazo
Hola Diego!!! Me alegro mucho de verte por aquí! Por cierto, no sé qué pasa pero no me salen los comentarios que dejo en tu blog :/
EliminarY respecto a la historia no es algo personal, sino simplemente algo que se me ocurrió escribir en relación a muchas parejas de hoy, tan efímeras...
Me alegro un montón de volver a verte! Saludos!
¡Cuán efímera es la vida y todo lo que la compone...!
ResponderEliminarSí... eso es precisamente lo que quería expresar ^^
EliminarBesos y gracias por comentar! :3
Buen poema!!
ResponderEliminarComo cambia todo en 14 dias
Totalmente! Gracias por comentar! Besos ^^
Eliminar