jueves, 24 de noviembre de 2016

"Orgasmo"

¡Qué más da si eres alto o bajo, si gastas una 36 o una 48, si eres de los que triunfa en la pista de baile o de los que triunfa en la barra del bar! ¡Qué más da la homosexualidad! Si al gritar en el follar, no se distingue orientación sexual. Es lo bonito del amor. Él, que no hace distinción. Un viaje ciego por dos cuerpos desnudos en el que el orgasmo no sea el final, sino que cuando acabes digas: nos tomamos un café y repetimos. Que el amor no sea solo amar hasta la eternidad, sino susurrar al otro en el oído que lo amas mientras haces que se corra. Porque hace falta hablar más de sexo con amor que de simples sentimientos: el follar por follar es solo un acto vacío, al igual que un simple “te quiero” que se lleve luego el viento.
Votemos por el sexo mañanero; votemos por amar de una forma un poco más sexual. Sin restricciones morales, sin prejuicios de género. Amar nunca vino con un prospecto médico.

Vive, ama y muere con un gemido en los labios.